La franja del norte de Nuevo-Vennep en Holanda es un territorio que se caracteriza por sus suaves ondulaciones de verdes colinas con unas hermosas vistas hacia los polders de Hoofddorp y Schipol. En este bello paraje el diseñador Wim Poppinga ha emplazado diez unidades de banco Binocular orientados hacia el paisaje. Su forma cerrada ofrece un íntimo refugio contra el viento y las inclemencias del tiempo a los usuarios que lo pueden ocupar con diferentes posturas, de forma individual, en pareja o en pequeños grupos. Los bancos, en clara referencia a los anteojos binoculares, enmarcan las vistas todos ellos hacia una única dirección, generando un efecto de batería de miradores de hormigón blanco en el verde paisaje.
Los bancos están ligeramente elevados con una estructura de perfiles metálicos que desaparecen en la distancia provocando un efecto de levitación de los redondeados volúmenes en el paisaje.
La masa de hormigón moldeado incorporan esferas de cristal provocando un doble efecto. Un brillo fulgurante bajo la luz del sol ya bajo en el horizonte y de noche como un insólito volumen reflectante de las luces de los coches que circulan hacia la zona residencial, metamorfoseándose en enormes ojos de animales agazapados en la oscuridad.