El proyecto para la reforma de los jardines del casco antiguo se sitúa en una zona previamente vaciada de edificación como mecanismo de esponjamiento del barrio de Santa Caterina de Barcelona. La propuesta organiza las distintas funciones del jardín urbano a partir de la traza de una malla que reconstruye el trazado original de la antigua parcelación existente. Esta malla se genera a través de cintas de losas de piedra.
El mismo mecanismo de contextualización medieval ha sugerido la elección de las columnas de acero corten Ful 9 y 10 como elemento estándar de mobiliario urbano. Estas luminarias escogidas para el alumbrado público se presentan alineadas entre los árboles de gran porte; ambos elementos asumen en su conjunto el protagonismo del nuevo espacio. Los proyectores de 75 W de halogenuros metálicos iluminan este jardín urbano a través del follaje de los árboles creando sugestivos claroscuros en las zonas que limitan con la fachadas de los edificios rehabilitados.
El proyecto de los jardines del Pou de la Figuera fue realizado por los arquitectos Jaume Artigues, Pere Riera y los Servicios Técnicos de la empresa municipal Foment Ciutat Vella junto a Escofet en el año 2008.