El edificio según proyecto del arquitecto Adolf Ruiz i Casamitjana, fue en su origen la casa del doctor Salvador Andreu, promotor de la urbanización que fue ocupada por casas unifamiliares con un tranvía en la avenida y un funicular para ascender a lo alto de la montaña (1901), donde se emplazó el Parque de Atracciones del Tibidabo. Posteriormente albergó el Hotel Metropolitan, más conocido por “La Rotonda”, por el templete modernista que lo corona.
Tras su rehabilitación conserva únicamente su emblemática fachada modernista y ha comportado el derribo de la estructura interior así como la totalidad del volumen de la ampliación proyectado por Enric Sagnier. Este volumen lateral, reformulado por completo, incorpora una fachada de paneles de UHPC-Slimconcrete, de gran dimensión, algunos de ellos curvados, en búsqueda de una mayor permeabilidad y relación con el entorno, acorde a su nuevo uso transformado en un edificio de oficinas.